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Resistencias (2020) 

Serie de fotografías analógicas donde lo experimental y lo documental se conjuga para dar a luz un singular registro del año de pandemia.

Al comienzo de la cuarentena encontré una antigua cámara analógica de mi padre: una Canon AE-1 increíblemente bien conservada. Por su aspecto parecía funcionar a la perfección. Al menos tenía esa esperanza.
Compré una pila, rollos y con esa inquietante incertidumbre de no saber qué pasaría me dispuse a provocar y escuchar el sonido que permitía tener la ilusión de haber capturado un instante de luz único, una imagen irrepetible. Escuchar imágenes y ver sonidos. Escuchar y ver.
Se volvió una acción casi ritualística el hecho de salir a caminar a la deriva por la ciudad para tomar fotos.
Salir, ver, observar, escuchar atentamente y tomar la foto.
Salir con la cámara analógica a encontrarse con el mundo conformaba —me fui dando cuenta con el tiempo— un acto de resistencia a la digitalización y encapsulamiento total de la vida. Se trataba de eternizar ese instante vivo, real, palpable. La cámara —inesperada ironía— ni siquiera tenía zoom.
Salir a caminar y mirar hacia el cielo luego de un cumpleaños por videollamada.
Ver niños que tapan sus ojos y se esconden como huyendo de un mundo que les es impropio.
Asomarse a través de la grieta con ansias de conocer cuánta luz nos espera del otro lado.
Esta serie de fotos pertenecen al primer rollo en blanco y negro utilizado en la antigua cámara. El artificio mecánico permite captar, retener, alterar, reconstruir y reinterpretar imágenes vinculados al momento singular y subjetivo de mi existencia en tiempos de pandemia. Imágenes latentes y luego recuperadas conforman pequeñas, sutiles, casi invisibles Resistencias.

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